lunes, 29 de octubre de 2012

Ángulo de ataque en poleas y tambores - I

No siempre puede evitarse la formación de un ángulo de desvío en el cable. Esto sucede en instalaciones integradas por un tambor y una polea fija, tal como lo indica la figura 8.4 en las que este ángulo se forma necesariamente; si en ellas el cable toma una oblicuidad excesiva éste tendera a salirse de la polea, produciéndose un enrollamiento irregular, traslapamientos y rápido desgaste del cable por fricción de si mismo contra sus propias vueltas en el tambor. La experiencia ha demostrado que el mejor servicio obtenido es cuando el ángulo de ataque no excede de 2° en tambores ranurados.
Figura 8.4 Línea central del tambor y de la polea

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