Las barrenas de diamante tienen un diseño muy elemental. A diferencia de las trícónicas, carecen de
partes móviles, aunque esta característica sería deseable. El material usado para su construcción, además de los diamantes, puede variar según el tipo de
las barrenas y de las características de los fabrican
tes. Normalmente el cuerpo fijo de la barrena puede
ser de acero o de carburo de tungsteno (matriz) o
una combinación de ambos.
Estas barrenas de diamante son fabricadas con diamante natural o sintético, según el tipo y características de la misma. La dureza extrema y la alta
conductividad térmica del diamante lo hacen un
material con alta resistencia para perforar en formaciones duras a semiduras, y en algunos tipos de barrenas, hasta formaciones suaves.
Las barrenas de diamante, a excepción de las barrenas PDC, no usan toberas de lodos para circular el
fluido de control para aprovechar su hidráulica. Están diseñadas de tal manera que el fluido de perforación pueda pasar a través del centro de la misma, al-
rededor de la cara de la barrena y entre los diamantes
por unos canales llamados vías de agua o de circulación (figura 8).
Los conductos para encauzar el fluido de perforación (vías de agua), en las barrenas de diamantes
no son tan variables como los de las barrenas de
chorro con toberas. Estas tienen dos configuraciones básicas, el flujo contramatriz y el flujo radial,
también existen variaciones de cada tipo, así como
combinaciones de ambos.
Por la configuración de este tipo de
barrenas, el fondo del agujero se encuentra junto a las vías de circulación para crear restricciones al flujo, y así forzar el fluido de perforación a través del diamante para limpiar y enfriar la barrena y, a la vez,
cortarla roca por fricción y compresión. Por lo general entre mas dura
y más abrasiva sea la formación,
más pequeño será el diamante que
se debe usar en la barrena.