Los surfactantes son compuestos orgánicos provenientes de petróleo crudo y
otros aditivos, que mezclados a bajas concentraciones en agua reducen la tensión interfacial.
El principal objetivo de este proceso es recobrar el petróleo residual, 20 a 40% del
volumen poroso (VP), que permanece después de la recuperación primaria o de una
inyección de agua. Como beneficio secundario puede también mejorar la eficiencia de
barrido volumétrico.
Algunas de las primeras investigaciones en las invasiones con surfactantes, se llevaron a cabo con la idea de bajar la tensión interfacial entre el petróleo y el agua a valores muy pequeños (menos que 0,001 dinas/cm), de modo que el petróleo atrapado se haga móvil y sea desplazado por el fluido inyectado. Es decir, se trata de que ocurra como un desplazamiento miscible, sin las desventajas características de la movilidad desfavorable y la segregación por gravedad.
Algunas de las primeras investigaciones en las invasiones con surfactantes, se llevaron a cabo con la idea de bajar la tensión interfacial entre el petróleo y el agua a valores muy pequeños (menos que 0,001 dinas/cm), de modo que el petróleo atrapado se haga móvil y sea desplazado por el fluido inyectado. Es decir, se trata de que ocurra como un desplazamiento miscible, sin las desventajas características de la movilidad desfavorable y la segregación por gravedad.
A pesar de que las primeras aplicaciones realizadas en los años 20 fallaron, el interés por esta técnica resurgió en los años 70. La mayoría de las investigaciones señalan
que la principal causa de falla es que las tensiones interfaciales no se reducen lo suficiente como para tener un efecto sobre el petróleo atrapado, por lo que es necesario reducir
y mantener la tensión interfacial entre el petróleo y el tapón de solución de surfactantes
en el orden de 0,01 a 0,001 dinas/cm durante el desplazamiento.
Por otra parte, estudios
de laboratorio han mostrado que esta gran reducción sólo puede alcanzarse en un rango muy pequeño de concentración de hidróxido de sodio (0,2-0,3 moles/litro), de
modo que se requiere inyectar agua con una determinada salinidad antes de inyectar
la solución de surfactante. Este preflujo desplazará la salmuera de la formación y evitará que se ponga en contacto con la solución de surfactante.
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