Los yacimientos de petróleo y gas son como los seres humanos: cada uno es diferente, con sus características particulares. En relación con el inicio de las operaciones
de inyección, hay que evitar retrasar el tiempo óptimo para el comienzo físico de la inyección. En todos los casos es necesario reconocer lo más temprano posible en la vida
productiva de un yacimiento la necesidad de inyección para lograr los objetivos específicos.
La planificación temprana, aun cuando no sea en detalle, hará posible la toma de
los datos básicos en el momento más adecuado para el análisis de la ingeniería requerida. Esto puede conducir a la modificación del programa de desarrollo a fin de que los
pozos puedan ser perforados con la máxima eficiencia para el programa de inyección y
a un costo mínimo de reperforación y reparaciones.
El inicio de un proyecto de inyección de agua o gas es una función de diferentes
variables de los yacimientos, entre las cuales pueden citarse los mecanismos de producción y la presión inicial, la presencia y tamaño de acuíferos y/o capa de gas, y las
propiedades de los fluidos, en particular, la presión de burbujeo, entre otros.
Al respecto, Craig recomienda que para maximizar el recobro del petróleo, la
presión óptima en el yacimiento a la cual se debe invadir es la del punto de burbujeo.
En este caso, la presión de inyección debe estar entre 200 y 300 Ipc por encima de la
presión de burbujeo.
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