En las barrenas de dientes la experiencia de campo es fundamental para evaluar su desgaste, ya
que al analizar la barrena se definirá el desgaste
tanto de las hileras interiores como exteriores.
La tercera y séptima columnas sirven para anotar
las características de desgaste de la barrena, o sea,
los cambios físicos más notorios desde su condición de nueva, como pueden ser: tobera perdida,
cono roto, embolamiento, interferencia de conos.
La cuarta columna se refiere a la ubicación. Se utiliza para indicar la localización de la característica de
desgaste primaria anotada en la tercer columna.
La columna número cinco (B), se refiere a los sellos
del cojinete, cuando se trata de barrenas de cortadores fijos se marca siempre con una X, puesto que
las únicas barrenas que tienen cojinetes son las
de rodillos.
La columna número seis (G) se refiere al calibre.
Se utiliza para registrar la condición del calibre de
la barrena. Se registra "I" si la barrena permanece
calibrada, de lo contrario, se registra lo
descalibrado que está la barrena utilizando una
medida lo más cercana posible a 1/16 pg.
La última columna del sistema de evaluación de desgaste de la IADC se utiliza para registrar la razón de salida de la barrena. Los puntos anteriores para su
mejor comprensión se ¡lustran en la figura 37.
Otro punto fundamental y casi no usado es el análisis
de los récords de barrenas. Ahí, además de anotar
datos como la profundidad inicio y término de perforar, las condiciones de operación, el tipo, las toberas
utilizadas, el tiempo de perforación, etc., se incluyen
las observaciones, en las donde se pueden explicar las
condiciones en las que fue operada la barrena, que en
muchos casos son especiales, tales como:
Inicio de desviación.
Mantener, incrementar o reducir ángulo.
Velocidad de perforación controlada por pérdida
de circulación, cambio de formación, etc.
Utilización de motores de fondo, turbinas y/o
sartas navegables.
Utilización de martillo en casos de atrapamiento.
Perforar con pérdida total de circulación.
Perforar con presencia de gases amargos como
ácido sulfhídrico y bióxido de carbono.
Perforar con condiciones no óptimas de cualquier
tipo por incapacidad del equipo de perforación,
como el gasto, las revoluciones por minuto, etcetera.
Con las observaciones mencionadas anteriormente, se tendrá un mejor criterio para evaluar el des-
gaste y no se sacrificará el uso de un tipo de barrena que ha sido seleccionado correctamente.
Esto podría suceder en el caso de una barrena de
conos que se ha utilizado para iniciar a desviar, y
al evaluarla tenga un excesivo desgaste en los
baleros y los metros perforados sean pocos. A simple inspección se supondría que tuvo un bajo rendimiento, pero la realidad es que se utilizó con
operaciones drásticas con un fin especifico. En el
mismo caso podría estar una barrena de diamante; por esta razón se recomienda llevar los récords
de las barrenas que se van a evaluar.
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