Los shales sensibles al agua, se hinchan, se rompen y caen dentro del pozo. Esto puede prevenirse mediante el uso de lodos inhibidos que minimicen la reacción, o con lodos base aceite que no contengan agua.
Si esto está ocurriendo, puede detectarse por un incremento en la viscosidad del lodo, incremento en el torque y en el arrastre, la presencia de arcillas aglomeradas o gumbo, la presencia de cortes hidratados o hinchados, y presiones elevadas al romper circulación.
Los shales sobrepresionados se fracturan y caen dentro del pozo. Esto puede evitarse incrementando la densidad del lodo para balancear la presión de formación. Debe registrarse la presencia de volúmenes altos de derrumbes y los cambios de dirección en la tendencia de la presión de formación.
Los esfuerzos mecánicos, debido a cargas tectónicas y / o a la orientación del pozo, también pueden conducir a fracturamiento y posterior derrumbe de los shales.
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