
viernes, 28 de junio de 2013
Permeabilidad - II

jueves, 27 de junio de 2013
Permeabilidad - I
La magnitud de la permeabilidad de un yacimiento controla, en un alto grado,
la tasa de inyección de agua que se puede mantener en un pozo de inyección para
una determinada presión en la cara de la arena. Por lo tanto, en la determinación de
la factibilidad de inyección de agua en un yacimiento, es necesario conocer: i) la
máxima presión de inyección aconsejable, tomando en cuenta la profundidad del
yacimiento y ii) la relación entre tasa y espaciamiento a partir de datos de presiónpermeabilidad. Esto permite determinar rápidamente los pozos adicionales que deben perforarse para cumplir con el programa de invasión en un lapso razonable. La
prospectividad del proyecto puede calcularse comparando el recobro que se estima lograr con los gastos que involucra el programa de inyección: si resulta económico, se debe efectuar un estudio más detallado.
El grado de variación de permeabilidad ha recibido mucha atención en los últi-
mos años, pues determina la cantidad de agua que es necesario utilizar: entre menos
heterogénea sea esa propiedad, mayor éxito se obtendrá en un programa de inyección
de agua. Si se observan grandes variaciones de permeabilidad en estratos individuales
dentro del yacimiento, y si estos estratos mantienen su continuidad sobre áreas exten-
sas, el agua inyectada alcanzará la ruptura demasiado temprano en los estratos de alta
permeabilidad y se transportarán grandes volúmenes de agua antes que los estratos
menos permeables hayan sido
barridos eficientemente. Esto,
por supuesto, influye en la eco-
nomía del proyecto y sobre la
factibilidad de la invasión del
yacimiento.
miércoles, 26 de junio de 2013
martes, 25 de junio de 2013
Porosidad - I
La recuperación total de petróleo de un yacimiento es una función directa de la
porosidad, ya que ella determina la cantidad de petróleo presente para cualquier porcentaje de saturación de petróleo dado.
Como el contenido de este fluido en una roca
de yacimiento varía desde 775,8 hasta 1.551,6 Bbls/acre-pie para porosidades de 10 y
20%, respectivamente, es importante tener una buena confiabilidad en estos datos.
Esta propiedad de la roca es muy variable: algunas veces oscila desde 10 hasta 35% en
una zona individual; otras, como en calizas y dolomitas, puede variar desde 2 hasta 11 %
debido a fracturas; y en rocas llenas de agujeros como panales de abejas y porosidades
cavernosas, puede ir desde 15 hasta 35%. Para establecer el promedio de porosidad, es
razonable tomar el promedio aritmético de las medidas de porosidades de un núcleo
de arena.
Si existen suficientes datos sobre este aspecto, se pueden construir mapas de
distribución de porosidades que pueden ser pesados areal o volumétricamente para
dar una porosidad total verdadera, similares al presentado en la Figura 2.8. Igualmen-
te, si existen suficientes datos de muestras de núcleos se pueden realizar análisis esta-
dísticos de porosidades y permeabilidades para mejorar el uso futuro de esta informa-
ción.
La mejor forma de medir este parámetro tan importante ha sido a través de medi-
das de laboratorio en muestras de núcleos. Varios registros de pozos también produ-
cen buenas medidas de porosidad como: perfil eléctrico o de inducción, micro-log, re-
gistro de neutrones y el perfil sónico, entre otros.
lunes, 24 de junio de 2013
Profundidad del yacimiento
La profundidad del yacimiento es otro factor que debe considerarse en una invasión con agua ya que: a) si es demasiado grande para permitir reperforar económica-
mente y si los pozos viejos deben ser utilizados como inyectores y productores, no se
pueden esperar altos recobros; b) en los yacimientos profundos, las saturaciones de
petróleo residual después de las operaciones primarias son más bajas que en yacimientos someros, debido a que estuvo disponible un gran volumen de gas en solución
para e xpulsar el petróleo y a que el factor de encogimiento fue grande y, por lo tanto, ha
quedado menos petróleo; y c) grandes profundidades permiten utilizar mayores pre-
siones y un espaciamiento más amplio, si el yacimiento posee un grado suficiente de
uniformidad lateral.
Se debe actuar con mucha precaución en yacimientos pocos profundos donde la
máxima presión que puede aplicarse en operaciones de inyección está limitada por la
profundidad del yacimiento.
Durante la inyección de agua, se ha determinado que
existe una presión crítica -usualmente aproximada a la presión estática de la columna
de roca superpuesta sobre la arena productora y cerca de 1 Ipc/pie de profundidad de
la arena- que al excederla, ocasiona que la penetración del agua expanda aberturas a
lo largo de fracturas o de cualquier otro plano de fallas, así como juntas o posibles pla-
nos de estratificación. Esto da lugar a la canalización del agua inyectada o al sobrepaso
de largas porciones de la matriz del yacimiento.
Consecuentemente, en operaciones
que implican un gradiente de presión de 0.75 Ipc/pie de profundidad, generalmente se
permite suficiente margen de seguridad para evitar fracturamiento. A fin de prevenir
cualquier problema, debe tenerse en cuenta la información referente a presión de frac-
tura o de rompimiento en una localización determinada, ya que ella fijará un límite su-
perior para la presión de inyección. Estas consideraciones también influyen en la se-
lección del equipo y en el diseño de planta, así como en el número y localización de los
pozos inyectores. El elevado gradiente de presión del agua permite tener menores pre-
siones de inyección en el cabezal del pozo que en el caso de inyección de gas, lo cual es
una ventaja en yacimientos profundos como los del Norte de Monagas en Venezuela.
domingo, 23 de junio de 2013
Litología
La litología tiene una profunda influencia en la eficiencia de la inyección de agua
o de gas en un yacimiento en particular. De hecho, la porosidad, la permeabilidad y el
contenido de arcilla son factores litológicos que afectan el proceso de inyección. En algunos sistemas complejos, una pequeña porción de la porosidad total, como por ejemplo las porosidades creadas por fracturas, tendrán suficiente permeabilidad para facilitar las operaciones de inyección de agua. En estos casos, solamente se ejercerá una
pequeña influencia sobre la porosidad de la matriz, la cual puede ser cristalina, granular, o vugular.
La evaluación de estos efectos requiere de estudios de laboratorio y de
un estudio detallado del yacimiento, y también pueden hacerse mediante pruebas pilotos experimentales.
Existen evidencias de laboratorio de que la diferencia entre la composición mineralógica de los granos de arena y la del material cementante que se ha observado en
varias arenas petrolíferas después de haber sido invadidas con agua, puede ocasionar
diferencias en la saturación de petróleo residual.
Estas diferencias dependen no sólo
de la composición mineralógica de la roca del yacimiento, sino también de la composición de los hidrocarburos presentes en ella. Benner y Bartell han demostrado que en
ciertas condiciones los constituyentes básicos presentes en algunos tipos de petróleo
causan que el cuarzo se torne hidrofóbico, debido a su adsorción en la superficie de los
granos de arena. De manera similar, los constituyentes ácidos presentes en otros tipos
de petróleo vuelven la calcita hidrofóbica. No se han determinado suficientes datos
para pronosticar el efecto que tienen sobre el recobro las variaciones en el grado de hu-
mectabilidad de las paredes de los poros, por agua o por petróleo.
A pesar de que se conoce que la presencia de mineral arcilloso en algunas arenas
petrolíferas puede taponar los poros por hinchamiento o floculación al inyectar agua,
no existen datos disponibles sobre la extensión de este problema, pues eso depende
de la naturaleza de dicho mineral; no obstante se puede obtener una aproximación de
estos efectos mediante estudios de laboratorio. Se sabe por ejemplo, que el grupo de la
montmorillonita es el que más puede causar una reducción de la permeabilidad por
hinchamiento y que la kaolinita es la que causa menos problemas. La extensión que
puede tener esta reducción de permeabilidad también depende de la salinidad del
agua inyectada; de hecho, usualmente se sustituye el agua fresca por salmueras para
propósitos de invasión.
sábado, 22 de junio de 2013
Factores que controlan la recuperación por inyección de agua y gas - II
Si existe una estructura apropiada y la saturación de petróleo justifica un proceso
de inyección de agua, la adaptación de una invasión periférica puede producir mejores
eficiencias de barrido areal que una inyección en un patrón de línea directa. La existen-
cia de zonas con altos relieves sugieren la posibilidad de un programa de inyección de
gas. La forma del campo y la presencia o no de una capa de gas también influenciará
en esta decisión.
La mayoría de las operaciones de inyección de agua han sido llevadas a cabo en
campos que exhiben un moderado relieve estructural, donde la acumulación de petró-
leo se encuentra en trampas estratigráficas. Como estos yacimientos por regla general,
han sidó producidos con empuje por gas en solución y no han recibido beneficios de
un empuje natural de agua o de otro tipo de energía de desplazamiento, usualmente
poseen altas saturaciones de petróleo después de una producción primaria, hacién-
dose atractivos para operaciones de recuperación secundaria.
Así, la localización de
los pozos de inyección y producción debe adaptarse a las propiedades y condiciones
que se conocen de la arena.
A menudo es importante realizar un análisis de la geometría del yacimiento y de
su comportamiento pasado, para definir la presencia y la fuerza de un empuje de agua
y así decidir sobre la necesidad de inyección suplementaria, pues ésta puede ser inne-
cesaria si existe un fuerte empuje natural de agua. Tal decisión depende también de la
existencia de problemas estructurales como fallas o presencia de lutitas, o de cual-
quier otro tipo de barrera de permeabilidad. Por otra parte, un yacimiento altamente fa-
llado hace poco atractivo cualquier programa de inyección.
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