Esta prueba por sí sola no demuestra que la totalidad del incremento en la velocidad de penetración
obtenida en el pozo B se debió a la menor densidad
del fluido empleado, sino que probablemente esta
reducción en densidad permitió que se mejoraran
otras propiedades del fluido.
En el laboratorio, el efecto de la densidad del fluido
sobre la velocidad de penetración ha sido demostrado
en función de la presión hidrostática (figura 53).
Por otra parte, la figura 54 presenta una compara-
ción entre las velocidades de penetración obtenidas
empleando diferentes tipos de fluidos. Esta figura demuestra que las velocidades de perforación obtenidas cuando se emplea aire o gas como fluido de
perforación es mucho mayor que las obtenidas empleando agua o fluido de perforación. Esto se debe
a la menor densidad del aire y gas.
Lo anterior se demuestra en la figura 55, la cual
fue obtenida a partir de datos de campo en pozos
perforados en el oeste de Texas.
En este caso, la
reducción en el tiempo de perforación ocurrió
principalmente porque la presión hidrostática del
gas y aire fue menor que la presión de poro de
la formación; así se ha establecido que el efec-
to de la densidad probablemente no esté com-
pletamente expresado en términos de la pre-
sión hidrostática ejercida por la columna de flui-
do, sino que se deberá de considerar en térmi-
nos de la presión diferencial entre la presión
hidrostática del fluido y la presión de poro de
la formación.
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