La inyección continua de gas se destaca como uno de los métodos más prometedores para recobrar el petróleo residual que queda en las zonas barridas y no barridas
de los yacimientos después de la inyección de agua. Debido a la disminución de la tensión interfacial y a las mejoras de la movilidad del crudo, los desplazamientos miscibles e inmiscibles pueden lograr altas eficiencias de barrido.
En 1941, Pirson36 propuso la utilización del dióxido de carbono a altas presiones y,
posteriormente, se ha planteado usarlo junto con agua, con el objetivo de reducir la viscosidad del petróleo y provocar su hinchamiento. También, en los procesos de desplazamientos miscibles se emplea el C02 como un tapón controlador de empuje.
Otras variantes de estos procesos se logran utilizando gases pobres y gases de
combustión, obtenidos a partir del quemado de gas natural en motores de combustión
interna, los cuales contienen un 87% de nitrógeno, 13% de C02 y, en algunos casos,
muy bajéis proporciones de gases inertes. Las técnicas se basan en que el C02 se disuelve en el petróleo y le reduce viscosidad, mientras que el nitrógeno aumenta la presión del yacimiento. Se ha reportado que este método, en condiciones inmiscibles,
puede generar incrementos de producción de petróleo con márgenes económicamente atractivos aun a bajos precios del crudo.
A continuación se presentan algunas de estas aplicaciones, en ciertos casos también utilizadas como técnicas de estimulación de pozos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario