Los métodos de recuperación térmica, particularmente la inyección cíclica y continua de vapor, han demostrado ser los procesos de recuperación mejorada de mayor
éxito en los últimos años. Aproximadamente, el 60% de la producción diaria de EOR en
Estados Unidos, Canadá y Venezuela proviene principalmente de procesos de inyección de vapor. El objetivo básico en la aplicación de tales métodos es la reducción de la viscosidad del petróleo con la finalidad de mejorar su movilidad, por lo cual
son especialmente adecuados para petróleos viscosos (5-15o API), aunque también se
usan en petróleos hasta de 45° API. Otros beneficios obtenidos con los métodos térmicos son: la reducción de la saturación de petróleo residual a consecuencia de la expansión térmica, el aumento de la eficiencia areal por efecto de la mejora en la razón de
movilidad, destilación con vapor, craqueo térmico, y otros.
En general, se clasifican en dos tipos: los que implican la inyección de fluidos en
la formación, como la inyección de agua caliente y la inyección de vapor, en sus dos
modalidades, cíclica y continua; y los que utilizan la generación del calor en el propio
yacimiento.
A estos últimos se les conoce como procesos in silu, destacándose entre
ellos la combustión in situ.
Seguidamente se presenta una breve descripción de los distintos métodos de recuperación térmica.
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